Masacre en la valla fronteriza de Melilla: 37 crímenes de estado y un gobierno que felicita a los cuerpos de seguridad

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La madrugada del 24 de junio, durante un intento multitudinario y desesperado de saltar la valla de Melilla, han resultado muertas 37 personas, además de 76 heridas, 13 de extrema gravedad.

Testigos personales de todo tipo y numerosos videos documentan que esto ha ocurrido entre cargas de gendarmes marroquíes y de la policía y Guardia Civil españolas. Incluso se ha podido visionar como las fuerzas de represión españolas dejaron traspasar la frontera a las marroquíes para golpear y devolver "en caliente" a los migrantes totalmente inermes.

Ante las decenas de cuerpos amontonados y sin vida de personas que solo buscaban traspasar una frontera para encontrar esperanzas de trabajo, el cinismo extremo de las declaraciones de Pedro Sánchez, presidente de un gobierno PSOE- Podemos-PCE :

“Vean las imágenes, en las que la gendarmería se ha empeñado a fondo para intentar evitar el asalto violento. Es importante reconocer el extraordinario trabajo de las Fuerzas Armadas y cuerpos de seguridad en Melilla y Ceuta, y la lucha contra migración irregular en general, y también por parte del Gobierno marroquí en coordinación con nosotros para tratar de frenar un asalto violento, que ha estado bien organizado, perpetrado, y bien resuelto por los dos cuerpos de seguridad”. (eldiario.es, 24 de junio de 2022)

Se trata de toda una confesión de responsabilidad de un crimen masivo que involucra a los dos estados. Un crimen, éste sí, muy organizado y perpetrado a instancias del Estado Español. Y esto solo tres meses después de que el gobierno reconociera como legítima la colonización marroquí ("soberanía" es el eufemismo utilizado) del Sáhara Occidental. La traición definitiva al pueblo saharahui, que malvive mayoritariamente en campos de refugiados en la hamada argelina. Pero también una toma de posición clara contra Argelia, que nos está costando la reducción y encarecimiento inusitados del gas comprado a este país. Precisamente en medio de una histórica crisis energética mundial que, aunque era preexistente, está siendo exacerbada a través de la OTAN por los Estados Unidos, que extraen enormes beneficios políticos y económicos de la guerra de Ucrania.

Las mesuradas y llorosas críticas de los socios "izquierdistas" del gobierno, que piden piadosamente una "investigación" de los hechos, no ponen en cuestión la fuente de la que brota este crimen y los centenares de muertos ahogados cada año en las costas del Mediterráneo y de las Islas Canarias: la política de criminalización de la migración ilegal, la militarización de las fronteras, la sobre-explotación, el acoso y el racismo contra los migrantes pobres, incluso los legalizados.

La asimilación, sin problemas mayores, de 125.000 refugiados ucranianos en menos de 4 meses demuestra que todos los argumentos económicos o sociales contra el resto de migrantes y refugiados son solo una cortina de humo para esconder la voluntad de mantener un ancha capa permanente de trabajadores y trabajadoras parias y sin derechos. Aunque son imprescindibles para el "buen" funcionamiento de la economía capitalista.

Este crimen muestra que la situación no permite más pasividad. Todas las organizaciones del movimiento obrero (políticas, sindicales, sociales, culturales, etc) tienen que denunciarla y unir fuerzas para luchar:

Por la apertura de fronteras para todos los estudiantes, trabajadores y trabajadoras Trato igual para todos los refugiados

Por la derogación inmediata de la Ley de Extranjería

Por el cierre inmediato de todos los CIE’s

Por la igualdad de derechos sociales, laborales, civiles y políticos para todos los trabajadores y trabajadoras, migrantes o no migrantes.

Contra las escaladas bélicas y el aumento del gasto militar

Fuera el Estado Español de la OTAN, fuera las bases de la OTAN de toda Europa

Fuera el ejército ruso de Ucrania

Para acabar con todas las guerras imperialistas y la explotación capitalista

¡De la tierra o extranjera, una sola clase obrera!