No es nuestra tarea como clase trabajadora defender a Cristina, ni a Macri, Milei o cualquiera de nuestros verdugos. Al contrario, debemos combatirlos. Nuestras libertades democráticas no van a comenzar a ser atacadas ahora porque la condenan a Cristina. En todo caso, el Estado y las burocracias están para controlarnos mediante el consenso y mediante la fuerza, para eso existen, con o sin proscripción a candidatos burgueses, y ya vienen actuando hace rato. Vale recordar que el triste error de millones de trabajadores, que anhelaron y lucharon durante 18 años por el regreso del dictador Perón, exiliado en la España del tirano Franco, culminó con un feroz ataque contrarrevolucionario encomendado por el mal llamado “primer trabajador” a las Fuerzas Armadas, ” la Triple A, el CNU y otras bandas reaccionarias del peronismo, que asesinaron a más de 1.500 compañeros, atacando locales sindicales y partidarios, persiguiendo, torturando y obligando al exilio a otros tantos luchadores.