Irlanda: el Sinn Féin quiere entrar en el gobierno

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Artículo aparecido en el boletín del GMI Révolution communiste nº 39, abril de 2020. En anexo, la nota publicada el 15 de julio en su página web bajo el título Irlanda : incluso derrotados, los viejos partidos burgueses mantienen el control.

Un periodo de inestabilidad se abre para toda la burguesía irlandesa

La ideología católica, ligada históricamente a la resistencia nacional contra la colonización brutal de Irlanda por la Inglaterra anglicana y protestante, ha pesado mucho tiempo en el Estado del sur, producto de la revolución abortada de 1916 y de la partición de la isla en 1922. En cada ocasión, el clero católico se alineó del lado de la burguesía católica, cuyas dos fracciones políticas habían capitulado ante el imperialismo británico (Fine Gael 1921, Fianna Fáil 1926). Paralelamente, el mismo clero había condenado al ala plebeya del movimiento nacionalista (IRA-Sinn Féin) que rechazaba la partición de la isla. La Iglesia católica ha sido recompensada con múltiples privilegios y concesiones: por ejemplo, el divorcio no fue autorizado hasta 1995, el aborto y la blasfemia han estado castigados por la ley hasta 2018. La salarización, la urbanización, la escolarización, las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras han minado poco a poco la influencia reaccionaria clerical. Sus prevaricaciones, en vez de ser asfixiadas, han pasado a ser escándalos públicos.

En 1969, utilizando una fraseología vagamente socialista, la fracción «provisional» del IRA retomó la guerrilla contra el ejército británico, la policía racista y las bandas fascistas de Irlanda del Norte (lo que fascinaba, en aquellos tiempos, a los futuros fundadores del NPA). Gerry Adams y Martin McGuinness comenzaron a dar un giro político en 1986 con la decisión de participar en los dos parlamentos separados de la isla (Stormont en Belfast, Leinster a Dublín) a pesar de que la tradición nacionalista («republicana») se había negado siempre a ello.

La cuestión de la abstención fue central en la escisión del IRA y en la formación del IRA provisional en 1969. La cuestión estaba decidida claramente en la Constitución del IRA, sección 1: «Se prohibe absolutamente la participación en los parlamentos de Leinster, Stormont y Westminster, así como en todo otro parlamento sometido». (Brendan O’Brien, A Short History of IRA, 2019, p. 118)

Bajo la presión del estado del sur y del estado norteamericano, se transformó el movimiento de guerrilla pequeño-burguesa en un partido político burgués, aceptando negociar con el Estado británico en 1991 y desarmándose en 2005. Más tarde, entre 2007 y 2017, el Sinn Féin ha gobernado Irlanda del Norte junto con el principal partido de la burguesía protestante (DUP) para administrar conjuntamente el capitalismo local bajo el dominio de la monarquía inglesa. Desde junio 2016, el Brexit plantea un problema a la burguesía de los dos lados de la frontera, por el riesgo de restablecimiento de los derechos de aduana así como de los controles de mercancías y de las personas, en ruptura con los acuerdos de 1998 (llamados del Viernes santo).

En 2016, el 52% del Reino Unido votó por abandonar la UE. Pero el 56% de los electores de Irlanda del Norte votaron a favor de quedarse. (The Economist, 15 de febrero de 2020)

En una Irlanda del Norte todavía encadenada al Estado británico, el Sinn Féin y el DUP han vuelto a formar un gobierno de coalición en enero. En la República (Eire), que continúa siendo miembro del Unión Europea, se organizaron elecciones generales el 8 de febrero, después de que el 14 de enero el primer ministro Leo Varadkar (Fine Gael) provocara la disolución del parlamento.

Desde el final de la guerra civil, hace casi un siglo, los dos principales partidos de la burguesía republicana que aceptaron la partición del país en 1922 (Fianna Fáil y Fine Gael) se alternan en el poder. Esta vez, sin embargo, por primera vez en la historia han sido superados en las elecciones por el Sinn Féin.

El Partido verde, que gobernó con Fianna Fáil de 2007 a 2011, ha pasado de 2 diputados a 12. A pesar de que el Sinn Féin no presentaba más que 42 candidatos (frente a los 84 del Fianna Fáil y los 82 del Fine Gael) para 160 escaños, ha logrado una mayoría relativa de votos, gracias a un discurso demagógico dirigido a los trabajadores asalariados, que han sufrido particularmente la crisis de 2008. Desde 2014, la edad legal de jubilación es 66 años, incrementándose hasta 68 años en 2028; entre sus promesas, el Sinn Féin dice que la restablecerá a los 65 años. Desde 2012, el precio de la vivienda y los alquileres ha aumentado mucho, en particular en Dublín (85%) mientras que los salarios están estancados. Desde 2014, el número de personas sin techo se ha multiplicado por cuatro. El Sinn Féin propone la congelación de los alquileres y la creación de cien mil viviendas sociales de aquí a 2025. La audiencia del Sinn Féin se debe también a que ha prometido un referéndum sobre la reunificación de Irlanda de aquí a 2025. De hecho, eso está previsto por los acuerdos de 1998, pero solo puede ser convocado por decisión del gobierno británico (por su secretario de Estado para Irlanda del norte). A la inversa, el discurso de sus competidores Fianna Fáil y Fine Gael se centraba en la seguridad y la reducción de impuestos para los empresarios.

En Francia, el jefe de LFI describe: «el Sinn Fein es en muchos aspectos de centro izquierda. Pero en muchos otros está muy a izquierda» (Jean-Luc Mélenchon, 11 de febrero 2020). El periódico del PCF habla del SF como un «partido firmemente anclado a izquierda» (L’Humanité, 11 de febrero 2020). La oposición entre «izquierda» y «derecha» es engañosa. La vida política de cada Estado, aunque se presente de manera muy diferente, se explica por la lucha entre las clases.

El capitalismo no sería el capitalismo si, por un lado, no condenara a las masas a un estado de embrutecimiento, de intimidación, de fragmentación, de ignorancia y si, por otra parte, no pusiera a la disposición de la burguesía un gigantesco aparato de mentira y falsedad, para engañar y embrutecer a las masas obreras y campesinas. (Lenin, Las elecciones a la Asamblea constituyente y la dictadura del proletariado, 16 de diciembre 1919)

En total, los partidos políticos burgueses (SF, FF, FG, GP, DF, Aontú…), todos subordinados a la Unión Europea dirigida por el tándem de los imperialismos alemán y francés, han obtenido el 90% de los votos. El éxito electoral de SF en Irlanda del Sur se ha operado en parte en detrimento de los partidos políticos de origen obrero (LP, SD, S-PBF) que han reunido solo el 10% de los votos.

El Partido laborista solo ha obtenido seis diputados (4,4% de las votos) porque se acabó de desacreditar con su participación, de 2011 a 2016, en un gobierno de coalición con el Fine Gael, desarrollando una política anti-obrera. Solidaridad-El Pueblo antes que el lucro ha perdido 1 de cada 5 diputados. Se trata de una coalición entre el Socialist Party (grantista), el Socialist Workers Network (cliffista) y Rise (grantista), tres organizaciones que se reclaman de Marx, Lenin y Trotsky. Este bloque es únicamente electoral, como el FIT de Argentina, y no se ha realizado en el Norte de Irlanda. Las corrientes centristas están habituadas a alinearse con lo que tiene éxito y a hacer creer, como los partidos reformistas, que el cambio puede provenir consultas electorales: sus organizaciones hermanas en el Reino Unido, por cierto, han votado a favor del Brexit. La campaña de S-PBP ha oscilado entre la adaptación al Green Party (el principal slogan de S-PBP fue: «El planeta antes que el lucro») y la capitulación ante el nacionalismo (su perspectiva política es «acabar con el ciclo FF-FG» mediante un «gobierno de izquierda», se supone que bajo la dirección del SF). Muchos electores han preferido votar directamente por el partido ecologista o el Sinn Féin. Ahora, en posición a la fuerza, el Sinn Féin se muestra listo para gobernar con el FG y FF, para gestionar lealment el capitalismo en la República, como lo ha hecho en Norte.

Queremos estar en el gobierno al norte y al sur… nuestro objetivo es unir Irlanda. (Michelle O’Neill, vicepresidenta de Sinn Féin y vice-primera ministra de Irlanda del norte, Daily Mail, 10 de febrero de 2020)

La gente que ha votado Sinn Fein ha votado para que el Sinn Fein esté en el gobierno, por eso hemos abierto discusiones y tomado contacto con los dirigentes. (Mary Lou McDonald, presidenta de Sinn Féin, The Telegraph, 10 de febrero 2020)

Solidaridad (la máscara del SP) es favorable a la formación de un gobierno de coalición dirigido por el SF.

Es deseable explorarlo si queremos obtener elementos para responder a la crisis de la vivienda, a muchos problemas en los servicios de salud… al cambio climático y el coste de la vida. (Richard Boyd Barrett, The Irish Times, 12 de febrero 2020)

El Pueblo antes que el lucro (la máscara del SWN) es todavía más oportunista y se sueña con participar él mismo en el futuro gobierno burgués.

Los partidos que se han beneficiado de este ascenso, Sinn Féin, Verdes, Socialdemócratas, el Pueblo antes que el lucro, tienen el deber de aplicar el mandato que han recibido formando un gobierno de izquierda minoritaria. (El Pueblo antes que el lucro, Comunicado, 12 de febrero 2020)

Un periodo de incertidumbre se abre en espera de la constitución de una coalición, sea en torno a los partidos gubernamentales tradicionales, sea inédita con el SF como eje. De todas maneras, la gestión del capitalismo irlandés y del Brexit no va a ser cosa fácil para el ejecutivo de la República irlandesa, ni para el ejecutivo británico y su anexo de Irlanda del Norte.

El Brexit no solo ha separado a Irlanda del Norte de la UE contra su voluntad, ha hecho asimismo con Escocia (62% de los electores). (The Economist, 15 de febrero)

Queda levantar la bandera de una organización verdaderamente proletaria, comunista e internacionalista, que combata realmente por los intereses de los trabajadores y de los oprimidos, por un gobierno obrero y campesino de toda la Irlanda y por la federación de las islas británicas en el marco de los Estados Unidos socialistas de Europa.

15 de febrero 2020

Incluso derrotados, los viejos partidos burgueses mantienen el control

El 8 de febrero, los partidos tradicionales de la burguesía irlandesa (Fianna Fáil, FF, y Fine Gael, FG) perdieron en las elecciones generales, por primera vez en la historia de la República (independiente desde 1922). Obtuvieron el 22,2 y el 20,9% de los votos, respectivamente, por debajo del Sinn Féin (SF), el partido apoyado durante mucho tiempo por el IRA, que alcanzó el 24,5%. Por el contrario, en Irlanda del norte, donde el SF gobierna con el reaccionario y pro-británico DUP, y a pesar de las intenciones explícitas de los dirigentes del SF de administrar el capitalismo en coalición con uno de los viejos partidos de la burguesía, éstos han preferido darle la espalda el 26 de junio. El FF y FG han formado una coalición entre ellos, lo que constituye también una primicia histórica, así como con un pequeño partido ecologista, el Green Party (GP, 7% de los votos). Encabezando el gobierno, Micheál Martin, dirigente de FF (que se alternará con Leo Varadkar, dirigente del FG y antiguo Primer ministro). Han obtenido igualmente el apoyo de algunos diputados «independientes» entre los más reaccionarios.

El programa de la coalición no permite dudas sobre su índole burguesa, con un ligero tinte verde, ya que se fija el objetivo de reducción anual de las emisiones de carbono en el 7% (los acuerdos de París lo hacen en el 7,6%). Lo que no ha impedido que, algunas semanas después, el Vice-primer ministro Simon Coveney, nombrado después ministro de la defensa, afirme que «la reducción del 7% de las emisiones de carbono va diezmará a la Irlanda campesina y rural» (The Irish Examiner, 1.o de mayo), y que la directora adjunta del GP Catherine Martin asegure que se trata del «mejor Green Deal de la historia del país» (The Irish Times, 18 de junio). Además, se mantiene el estatus de paraíso fiscal del país: ni incremento del impuesto sobre sociedades, ni progresividad del impuesto sobre la renta, pero sí reducción del impuesto sobre las grandes riquezas y una tasa sobre el carbono.

Para justificar su participación en el gobierno y alimentar ilusiones Eamon Ryan, dirigente del GP, ha presentado el programa de gobierno como un «documento de izquierda» (The Irish Examiner, 22 de junio). No obstante, el GP ha demostrado sus servicios a la burguesía gobernando con el FF entre 2007 y 2011, participando en de los ataques violentos contra la sanidad, la educación… al servicio de los bancos y de los más ricos. El FG ha continuado esta política durante estos nueve años siguientes, con ataques similares contra los trabajadores, los sistemas públicos de vivienda y de sanidad, que dieron lugar especialmente a huelgas masivas de los trabajadores de enfermería. La tasa de infección por Covid-19 entre los trabajadores sanitarios (obligados de llevar su propio equipo de protección) es la más elevada del mundo (The Irish Times, 23 de junio). Además, la inversión disminuirá un tercio y el paro alcanzará 17% de aquí el final del año, según el Instituto de investigación económica y social.

Los trabajadores y campesinos de Irlanda solo pueden esperar golpes de este gobierno. ¡Abajo el gobierno FF-FG-GP! ¡Por un gobierno obrero y campesino!

15-7-2020