¡Alto a los ataques aéreos israelíes y estadounidenses contra Irán!

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En la noche del 21 al 22 de junio de 2025, bombarderos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos lanzaron ataques militares contra varias instalaciones nucleares iraníes. Este ha sido un acto deliberado, premeditado y coordinado de agresión imperialista. Ha sido la continuación directa de la guerra israelí contra Irán, que comenzó el 13 de junio con ataques aéreos masivos. Al igual que en Gaza, las principales víctimas son las poblaciones civiles de Teherán, Tabriz y otras ciudades, muchas de las cuales son mujeres y trabajadores que protestan y desarrollan huelgas desde hace años contra el régimen clerical reaccionario.

El objetivo de las agresiones combinadas es impedir que Irán consiga la bomba atómica (que el imperialismo norteamericano permite poseer a la India, Pakistán e Israel, y que fue utilizada por él mismo contra civiles en Japón), completar la destrucción del «Eje de la Resistencia» (a pesar de su inactividad frente al genocidio en Gaza) y cambiar el equilibrio regional de poder en Oriente Medio a favor de la potencia regional sionista, Israel, y del imperialismo norteamericano.

Estos ataques están directamente relacionados con el terrorismo de masas y la limpieza étnica de Israel en la Franja de Gaza, su injerencia y ocupación parcial de Líbano y Siria, y la escalada de larga duración con Irán (terrorismo contra científicos, políticos, generales y diplomáticos iraníes). Estados Unidos no actúa como «mediador» o «potencia estabilizadora», sino como principal fuerza imperialista en una rivalidad mundial. En este papel – y mediante la fuerza militar- busca mantener su control sobre una región estratégicamente central y sus recursos. Durante décadas, el Estado israelí ha actuado como la avanzadilla armada del imperialismo estadounidense en la región, sea cual sea el ala política del sionismo al mando, sea cual sea el partido político burgués en la Casa Blanca.

El sionismo no es simplemente un «socio» de EEUU. Como proyecto colonial desde la fundación de Israel y la primera Nakba de 1948 - bajo la dirección del laborismo y la Histadrut [la federación sindical] - persigue sus propios objetivos y es un valioso aliado de la burguesía estadounidense contra la revolución social y las potencias rivales (China y Rusia) en Oriente Medio.

El imperialismo -con sus guerras y crímenes- no es un «error» de la historia, sino una etapa necesaria del capitalismo. En esta época, los principales estados imperialistas se reparten el planeta. Por su parte, las gigantescas empresas transnacionales se apoyan en su propio estado burgués para asegurarse los mercados, los recursos y las zonas estratégicas, utilizando todos los medios, incluidos los aranceles, las amenazas y la guerra.

Las clases dominantes persas han sido incapaces de preservar la independencia del país, por no hablar de la liberación de Palestina, porque temen más a las masas trabajadoras que al imperialismo. Tanto el llamado «Eje de Resistencia» basado en la religión, como la presión militar sobre los imperialismos occidentales mediante la amenaza del enriquecimiento de uranio, son claramente un fracaso.

Los comunistas internacionalistas siempre han estado del lado de las masas oprimidas de Irán -los obreros, las mujeres, los trabajadores de la economía informal, los campesinos pobres, los estudiantes y las minorías nacionales oprimidas- contra la burguesía persa, ya sea monárquica o teocrática.

Pero los trabajadores conscientes de todo el mundo niegan el derecho del Estado capitalista estadounidense a decidir quién debe tener armas atómicas y quién no, a decidir quién gobierna Irán. Como demostraron los ejemplos anteriores de Iraq, Libia y Afganistán, las intervenciones imperialistas occidentales no traen liberación ni libertad, sino pura reacción.

En caso de ataque imperialista - «sanciones», bombardeos, invasión- los comunistas internacionalistas se ponen del lado de la nación oprimida contra la potencia imperialista. Sin dar ningún apoyo político al régimen reaccionario, llamamos a la derrota militar del agresor.

En todo el mundo (EEUU e Israel incluidos), es necesario un frente único obrero con estos objetivos:

¡Abajo la agresión sionista y estadounidense contra Irán!

¡Alto al genocidio de los palestinos en Gaza! ¡Fuera las tropas israelíes de Gaza, Cisjordania, Líbano y Siria!

¡Fin del bloqueo hambreador del pueblo palestino impuesto por las burguesías israelí y egipcia! ¡Fin del bloqueo a Irán y Cuba!

¡Fuera todas las tropas imperialistas de Oriente Medio y del Mar Mediterráneo! ¡Cierre de todas las bases militares estadounidenses, británicas, francesas y rusas!

Los estibadores de Casablanca y Tánger (Marruecos), Geona y Salerno (Italia), Fos (Francia) y El Pireo (Grecia) muestran el camino: ¡Hay que parar todas las entregas de energía y armas a Israel!

Para salvar a los trabajadores migrantes y a los refugiados, para poner fin a las guerras reaccionarias (contra Irán, Gaza, Ucrania...) y a la opresión nacional (Palestina, Cachemira, Kurdistán...), la clase obrera debe arrebatar el poder a la minoría capitalista que arrastra al mundo al militarismo, a la catástrofe ecológica y a la barbarie.

23-06-2025

Colectivo Revolución Permanente