Para arrancar la emancipación de la mujer, ¡revolución social!
La lucha contra la opresión de género no puede dejarse en manos de las clases sociales explotadoras o intermedias. Apoyándose en unos pocos departamentos universitarios, el feminismo pequeñoburgués, bajo la etiqueta de "interseccionalidad", suma opresiones sin trazar una salida real para todas y tiende a enfrentar a las mujeres con todos los hombres. Con el apoyo de los medios de comunicación de masas, el feminismo burgués se limita a mejorar la situación de las mujeres de la clase explotadora exigiendo más puestos como dirigentes políticas o gestoras de empresas capitalistas.