LA LUCHA DE CLASES BAJO EL CONFINAMIENTO
El estado de alarma no ha servido para gestionar mejor la pandemia, sino para militarizar el poder en previsión de la explosión social. El dinero sobra para las empresas, especialmente para las grandes, a las que se financia la parada productiva mediante los ERTE a la carta, pero falta para los trabajadores y trabajadoras más vulnerables. Ni siquiera se ha legalizado a los migrantes sin papeles.